Por más sorprendente que parezca,
es posible que un polímero natural derivado de los crustáceos se convierta en un aliado de la terapia génica,
en específico, en el tratamiento de células tumorales, según lo expresado por
el Departamento de Farmacia y Ciencias de los Alimentos de la Universidad del
País Vasco (UPV/EHU). La investigadora perteneciente a este grupo, Mireia
Agirre, ha comprobado que estas macromoléculas son capaces de transportar grandes
o pequeñas porciones de ADN al interior de las células afectadas, de manera que
se pueden sintetizar componentes biológicos e incidir en ellas.
Mireia Aguirre. |
Este polímero de bajo peso molecular
(tiene un bajo contenido de masa en relación a su cantidad) proviene del esqueleto
externo que recubre, protege y soporta el cuerpo de los crustáceos
(exoesqueleto). Agirre, mediante una gran cantidad de ensayos y pruebas, ha demostrado
en su tesis doctoral1 que los oligoquitosanos y el ADN pueden unirse
por interacción electrostática (Interacción entre cargas positivas y negativas)
y pudiéndose llevar a cabo la transfección, que consiste en introducir dicha partícula
hasta el núcleo de la célula y a partir del material genético ligado a molécula
se sintetiza la proteína que combate la enfermedad a tratar. Cabe resaltar que dicho
proceso es más eficiente en medios ácidos, como lo es el ambiente que se
encuentra alrededor de los tumores del organismo, por tanto, es otra prueba más
de que estas partículas pueden ser beneficiosas para el resultado que se desea.
Para que esto pueda ser viable,
es esencial contar con un portador que proteja al gen de la degradación enzimática
(transformar una sustancia compleja en otras más, en este caso por medio de enzimas)
que facilite su entrada a estas pequeñas unidades fundamentales para la vida y
que una vez dentro, le ayude a llegar al objetivo de su misión de manera
selectiva, eficaz y sin producir toxicidad.
Además, se los investigadores han
resaltado otra gran importancia de estas partículas como lo es lograr incidir
en las células neuronales humanas, lo que conlleva a que puedan ser empleadas
en el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central y no solo en la
terapia génica, el cual es un tratamiento consistente basado en la inserción de
genes específicos en las células del paciente para combatir ciertas enfermedades,
como lo es el proceso realizado por dicho los oligocrustaceos.
Sin embargo, Aguirre explica que “el
siguiente paso en la investigación seria testar en animales lo descubierto
hasta el momento, en determinadas aplicaciones y utilizando ADN terapéutico. Asimismo,
sería importante mejorar la partícula con el objetivo de incrementar su
eficacia”. A pesar de que la
investigación todavía esté en curso, es importante resaltar trascendencia en el
campo de tratamiento de enfermedades genéticas y en el aumento del desarrollo
de polímeros útiles en la ciencia.
1. Título de la Tesis de Doctorado, Polyplexes based on ultrapure oligochitosans: design, characterization
and applications for gene therapy en el Departamento de Farmacia y Ciencias
de los Alimentos de la UPV/EHU, bajo la dirección del catedrático José Luis
Pedraz y del profesor Jon Zarate Sesma.
Realizado por: María José Paternina
Fuentes bibliograficas
Fuentes bibliograficas
- http://www.finanzas.com/noticias/empresas/20160714/polimero-derivado-crustaceos-puede-3447574.html
- http://agencias.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=2251880
- https://www.interempresas.net/Farmacia/Articulos/159852-Un-polimero-natural-derivado-de-crustaceos-apropiado-para-la-terapia-genica.html
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