Es comúnmente conocido que los plásticos
derivados del petróleo, presentes en los envases alimenticios y las bolsas que
diariamente son usadas en los supermercados y demás establecimientos
comerciales, generan un gran impacto en el medio ambiente, debido que estos
materiales tienen una difícil degradación, que puede tomar hasta 1.000 años
según la estructura del mismo, generando contaminación en los ecosistemas,
provocando efectos adversos sobre la vida silvestre, como es el envenenamiento de los animales por el consumo de los mismos.
A consecuencia de lo anterior, se ha generado la necesidad de hallar nuevos
materiales que sean lo menos tóxicos posibles para el planeta tierra, ya que
los procesos de reciclaje no son lo logran abarcar todo el material que se ha
depositado a lo largo de estos años.
Bacteria Azotobacter Vinelandii |
Es así como, En el Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a cargo de Carlos Felipe Peña, Daniel Segura y Guadalue Espin quienes llevan a cabo estudios de la bacteria Azotobacter vinelandii la cual es capaz de producir dos tipos de polímeros biodegradables y biocompatibles, es decir, que tienen un proceso de descomposición corto y sin residuos tóxicos como el hecho de ser aceptados de manera positiva en el organismo respectivamente. Estos pueden llegar a sustituir los plásticos convencionales mencionados anteriormente, o tener aplicaciones médicas en la fabricación de válvulas cardiacas o soportes para el crecimiento de tejidos.
Este microorganismo se encuentra
presente en el suelo llevando a cabo su tarea de fijar el nitrógeno en el
mismo, además de no ser patógena (no
genera enfermedades) , es capaz de sintetizar un polímero intracelular llamado
Polihidroxibutirato (PHB) , el cual sería el recurso empleado en la industria
como solución ecológica, como uno extracelular, el alginato, con enorme
potencial de aplicación en el área de alimentos al igual que en el área farmacéutica,
gracias que puede añadirse a soluciones acuosas para gelificarlas y es capaz de
inmovilizar células y enzimas. Dichos productos son conseguidos como
consecuencia de la asimilación de carbono (presente en azúcares), proceso que
se lleva a cabo para su crecimiento.
Molécula de PHB |
Muestras de bioplásticos obtenidos |
El principal objetivo de esta
investigación ha sido el estudio a profundidad de la genética de la Azotobacter
vinelandii, y aplicarlo para la obtención de especímenes genéticamente modificados,
capaces de producir más plástico y el diseño de los procesos de cultivo
adecuados. En este aspecto, se eliminaron
genes involucrados en el sistema de control de la bacteria, los cuales evitaban
un gran crecimiento estructural, los cuales también, hacían más lenta la acumulación
de polímero deseado.
Entre los hallazgos realizados, podemos
recalcar, que estos seres pueden desarrollarse en gran variedad de sustratos,
no requieren oxígeno o aireaciones muy altas, además, pueden digerir diferentes
azúcares, principalmente sacarosa, glucosa y fructosa. De este modo, esta cepa
tiene una producción del 85% de PHB, es decir, que por cada gramo de bacterias,
0,85 gramos es de polímero, así logrando obtener 40 gramos por litro de
cultivo, con 50 gramos de células , obteniendo el mayor rendimiento en periodos de 50 o 60
horas, gracias a que se puede modificar su velocidad de crecimiento.
Carlos Felipe Peña y Daniel Segura, Ivestigadores del IBT de la UNAM |
Finalmente, mediante este
desarrollo de bacterias, se encuentra una nueva opción en el abanico de posibilidades
para la generación de plásticos más amigables con el medio ambiente, que grades
consecuencias ha generado a nuestros ecosistemas por la falta de conciencia y
responsabilidad de los seres humanos, asimismo, se ha considerado la aplicación
medica del mismo, en partes del cuerpo como lo son las células de los huesos y
las del riñón, según lo establecido por pruebas que resaltan el excelente acoplamiento
de las mismas, realizadas por la Facultad de Farmacia de la Universidad
Autónoma del Estado de Morelos.
Realizado por: María José Paternina Chavarriaga
Fuentes bibliográficas
- http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2016_040.html
- http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/01/27/crea-unam-polimero-biodegradable-para-sustituir-plastico-4291.html
- http://www.biblioweb.tic.unam.mx/libros/microbios/Cap6/
- http://www.oei.es/divulgacioncientifica/noticias_674.htm
Una entrada muy atrayente y además muy bien explicado el tema, lo que lo hace más interesante y cautivador ya que este es un tópico que se tiene en cuenta pero a la vez se ignora mucho, lo que necesitamos es construir o crear soluciones para mejorar nuestro ambiente y que mejor forma de adelantar la degradación del plástico que es uno de los más abundantes contaminantes aquí.
ResponderBorrar